El FC Barcelona revoluciona el Camp Nou con un enfoque sostenible: renovado con estructuras de acero reciclado y escombros reutilizados

El pasado junio el Fútbol Club Barcelona se embarcó en una remodelación de gran envergadura, la de su estadio, el Spotify Camp Nou. El proyecto contempla la creación de un estadio más moderno y cómodo, y la ampliación de la capacidad en alrededor de 10.000 asientos, de tal forma que este aumentará de 98.000 a 104.000 espectadores. Esta obra se está llevando a cabo de una forma que pocos se podrían esperar, de forma sostenible en el marco de su apuesta por la economía circular. El club de la ciudad condal está en vías de reciclar el acero y el hormigón de las demoliciones para la nueva construcción.

Para la remodelación se planea mantener la estructura de hormigón existente para luego agregar una nueva encima y así poder ampliar el aforo. Se espera además que los espectadores presencien los partidos a cubierto, aunque, a diferencia de otros estadios, este no será cubierto en su totalidad, solo lo que incumbe al techo. Otra innovación con la que contará es que el techo será retráctil, con 30.000 metros cuadrados de paneles solares, lo que generará energía para alimentar una pantalla de 360 grados que rodeará las gradas.

Sin embargo, la renovación del Spotify Camp Nou no se limita únicamente a la renovación del estadio, sino también a una transformación urbanística que tendrá un impacto en toda el área universitaria que se encuentra al lado de las instalaciones del club. Se construirán un hotel, edificios de oficinas, una pista de hielo y el nuevo Palau blaugrana de baloncesto, y algunas entradas al estadio serán también modificadas.

El club tiene como objetivo, dentro del marco de un desarrollo sostenible, reducir la huella de carbono de las obras del estadio a la mitad a través de materiales reciclados. En el transcurso de la construcción del tercer graderío, el Barça utilizará el acero y el hormigón recuperados de las demoliciones previas. En la construcción del nuevo Spotify Camp Nou, los materiales se reutilizarán a través de una planta de tratamiento ubicada en los terrenos donde estaba situado el ‘Miniestadi’ (estadio destinado anteriormente a las categorías inferiores y al equipo femenino y ya derruido). Esta planta de reciclaje dispone de unos 54.000 metros cúbicos de escombros y se espera que funcione hasta que se trate todo el material.

En este proceso, se separará el hormigón y el acero de los escombros inservibles, el primero se triturará en diferentes granulaciones para que sirvan como materia prima para la construcción del nuevo estadio. La normativa actual establece que el hormigón no estructural (zanjas y nivelación) será del 100% y el hormigón estructural será del 20%. El club también ha mencionado que el resto de los áridos reciclados serán reutilizados para el terraplenado.

El acero extraído será tratado por una empresa externa especializada que devolverá el reciclado al terreno de la obra con un porcentaje mínimo del 97%. En su mayor parte, se dedicará a construir la nueva estructura con hormigón armado, lo que permitirá ahorrar en la extracción de materiales para la fase de construcción. El Barça ha propuesto un modelo de desarrollo sostenible y economía circular que va más allá de los materiales, ya que su ahorro energético es significativo.

Otro tema destacable en esta remodelación es la suspensión de partículas causada por los movimientos de escombro en las obras. Por el momento, el club está trabajando en una solución alternativa que aproveche el agua terciaria de las depuradoras debido a la sequía que afecta a Cataluña. Se han instalado sensores de partículas en los límites del terreno desde el principio de las obras para monitorear los niveles de partículas en el aire y así cumplir con la normativa establecida.

Mientras tanto, se está trabajando en la búsqueda de la solución más óptima para el problema de las partículas para todos los vecinos, estando así en constante contacto y reuniones de seguimiento con el Ayuntamiento de Barcelona y el distrito de Les Corts, donde está situado el estadio y sus instalaciones.

Para esta obra, el club azulgrana obtuvo la certificación BREEAM el mayo pasado y dos certificaciones Biosphere en abril, lo que verifica que ha cumplido con los requisitos de desarrollo urbanístico sostenible.