Áridos Reciclados de RCDs advierte sobre las malas prácticas en la restauración de escombreras
Tras el Día Mundial del Medio Ambiente, y a la vista de alguna información que se acerca al «lavado verde» o Greenwashing, el Grupo de Interés Áridos Reciclados de RCDs pone sobre la mesa la escasa atención a la situación de la gestión de residuos de construcción y demolición en España. El grupo denuncia el desperdicio de materias primas reciclables por las malas prácticas generalizadas en la restauración de escombreras, con Castilla y León y Madrid a la cabeza. En el caso de Castilla y León, la restauración ambiental se resume en “perfilar y tapar” vertederos, como reflejan las noticias de esta misma semana en Palencia. Tras años de “mirar para otro lado”, la comunidad está sembrada de centenares de escombreras, con cientos de miles de toneladas de residuos de construcción y demolición. Ni retirada de escombros y su traslado a la planta de valorización para obtener árido reciclado, ni saneamiento del espacio, ni gestión de la lixiviación, ni cierres de seguridad perimetrales… sólo se permite que se viertan toneladas de tierra para “tapar” el problema, sacarlo de la vista y luego “ajardinarlo” para que los árboles impidan ver el bosque en el que se esconden los residuos, muchos de origen industrial y potenciales contaminantes.
El último ejemplo de Castilla y León se puede encontrar esta semana en Palencia. La Junta de Castilla y León, a través de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, ha licitado por 976.009,82 euros y un plazo de ejecución de 10 meses la restauración de las escombreras de 27 municipios palentinos (media análoga se desarrolla en el resto de las provincias de la comunidad). Estas localidades cuentan con decenas de escombreras incontroladas que ponen en riesgo los valores ambientales del territorio. Para solucionar este problema, se harán obras de perfilado, tapado, siembra y colocación de carteles informativos para evitar nuevos vertidos, con el objetivo de evitar poner en riesgo los valores ambientales del territorio.
En Madrid destaca una mala práctica, que roza el delito ambiental, en el ejemplo de los gestores de un “macrovertedero” ilegal que ardió en 2015. Los acusados, Juan José Escribano y Jesús Callejón, fueron absueltos recientemente a pesar de su relación con el vertedero ilegal que desarrollaron en el camino de la Leña, junto a la A-3. Ambos recepcionaron residuos sin clasificar en el camino de Leña, cobrando por ello e ignorando las sanciones administrativas. Se generó así un vertedero incontrolado que llegó a ocupar cinco hectáreas con residuos de construcción y elementos combustibles como plásticos, neumáticos, telas asfálticas, envases o aislantes de tejados y frigoríficos. El 25 de junio de 2015, esta situación provocó un incendio que emitió gases tóxicos que afectaron a la salud de los vecinos de Rivas Vaciamadrid. Los costes para la rehabilitación del territorio, sufragados por el Ayuntamiento de Madrid, fueron de 3,13 millones de euros. El alcalde de Rivas Vaciamadrid, Pedro del Cura, ha anunciado la posibilidad de recurso contra el fallo judicial: “El juicio al principal acusado por el incendio de un vertedero ilegal en el sector VI de Cañada que contaminó Rivas durante semanas termina sin apenas castigo. Desde el Ayuntamiento de Rivas estamos estudiando ya la opción del recurso. Los daños ecológicos no pueden salir gratis”.
El desperdicio de materias primas, evitando su reciclado, tiene su máximo exponente en casos como el de la ciudad gallega de Lugo, donde miles de toneladas de escombros son enterradas sistemáticamente y sin tratamiento alguno, en una antigua cantera fuera de uso; sin que los expedientes sancionadores firmes ni los anuncios de cierre administrativo de la Xunta se materialicen, ni los juzgados avancen en la investigación. Un ejemplo que se repite en decenas de casos en toda España en forma de vertederos ilegales comerciales.
ASIGNATURA PENDIENTE
El sector de la construcción es responsable de favorecer la degradación ambiental a través de un consumo excesivo de energía y materias primas extractivas, que sólo se podrá paliar con la generalización del consumo de áridos reciclados de RCDs. El sector consume el 40% de la energía producida y es responsable del 50% de las emisiones de CO2 en la atmósfera. Se estima que la construcción civil consume entre el 20 y el 50% de los recursos naturales y, además, el sector es responsable de más de la mitad de los residuos sólidos generados en el mundo. En Europa, esta industria produce más de 500 millones de toneladas al año.
En cuanto a España, fluctúa entre el quinto y sexto país europeo que más residuos genera (de construcción y demolición), siendo también uno de los que menos esfuerzos realiza para recuperarlos. Además, aproximadamente el 60% de los RCDs provienen de obras de demolición y mantenimiento y el 40% restante de nueva edificación, reforma y reparación. Según datos de Eurostat, el 89% de los residuos de construcción gestionados de forma legal (planta de reciclaje) son efectivamente reciclados. Esto demuestra la importancia de superar en España los ya frustrantes datos de material gestionado adecuadamente: poco más del 50% de los RCDs generados en España entran en los circuitos legales de reciclaje mediante entrega en planta o uso en la propia obra. La mayor parte son destinados a vertederos ilegales o al vertido como elemento de relleno sin valorización previa.
Los gestores de Residuos de Construcción y Demolición reclaman la toma urgente de medidas, que permitan el cumplimiento de la legislación que obliga a “procesar todos los residuos de construcción generados” por gestor autorizado; para así favorecer su reutilización o vuelta al mercado de materias primas de construcción, en forma de áridos reciclados… indistíntamente de cual vaya a ser su uso posterior. Y a la par promover el uso de áridos reciclados en obras públicas y privadas “promoviendo la compra verde responsable”.